sábado, 17 de mayo de 2014

La felicidad de nuestros hijos


Imagen tomada de www.phpro.es


Todos los padres deseamos una única cosa para nuestros hijos: que sean felices. Sin embargo, hay muchas cosas que se escapan a nuestro control y no siempre lo conseguimos.
Cuando tu hijo empieza a adquirir unas ciertas cualidades artísticas de motu propio, solo puedes sospechar que algo muy penoso puede estar escapando a tu control. Y es que no todas las batallas las puedes combatir por ello.
Hemos logrado, hoy, poner atención sobre el bullyng, sin embargo, la mayoría de los centros de estudios no han creado los mecanismos para luchar contra él... Es más, algunos centros, en especial los religiosos, potencian ese drama.
Los muchachos sometidos al bullyng u otros tipos de discriminación... los muchachos que tienen cualquier tipo de problema y un cierto grado de inteligencia, tienden a explotar sus cualidades artísticas. El arte para ellos empieza siendo una escapatoria, pero desarrollado adecuadamente, acaba siendo una maravillosa herramienta... Una espada capaz de matar a los dragones que les impiden avanzar hacia su madurez.
Por eso, como padres, si no podemos matar esos dragones por ellos, debemos potenciar y animar su espíritu artístico. Apoyarles en el convencimiento de que ellos vencerán en sus mil batallas. Ser los herreros que parcheen su armadura y recordarles que siempre seremos sus fieles escuderos.


A pesar de que la palabra “bullyng” aparece continuamente en este texto como ejemplo, al hablar de la infelicidad de nuestros hijos, no me refiero a esa única causa. Lo que sucede es que, por desgracia, cuando intuimos que nuestros chicos no son tan felices como desearíamos, ese fantasma siempre cruza por nuestras mentes. En especial si vivimos, en algún momentos de nuestras propias infancias, algún instante que remotamente se pareciera a una situación de ese tipo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario