domingo, 10 de mayo de 2015

¿Y qué que sean unos privilegiados? Otra vez la envidia igualitaria

Los jugadores de fútbol van a la huelga y, a penas lo dicen, les cae la del pulpo. Imágenes de deportivos millonarios, chalets… En el imaginario popular (la palabra no es baladí) están las figuras del Barça y el Madrid. Todo me suena a campaña orquestada por los Medios de Comunicación por la celeridad con que se lleva a término la denigración del colectivo… y lo cierto es que si escuchas a esos Medios ya ves que ciertamente han tomado partido, pero intuye algo más.
Por mi mente pasa la campaña que se orquestó en su día contra los Controladores Aéreos. Los medios y las redes se llenaron de mentiras y verdades a medias, la mayoría de las cuales nunca se han desmentido. Pero lo más doloroso era ver a personas que siempre parecen solidarias con todos los movimientos obreros, tachando a estos de privilegiados. Fue repugnante ver a algunos de mis ídolos de lucha vencidos por la “envidia igualitaria” y crédulos de las mentiras repartidas por el entorno gubernamental (entonces del PSOE). Pocos reconocieron que la lucha era justa y que llevaba muchos meses latente hasta que explotó en el superpuente de diciembre. Tampoco quisieron reconocer que los aviones militares volaron con normalidad y que estos pudieron (y no quisieron) manejar los vuelos de emergencia… amén de unos servicios mínimos que sí existieron y que AENA negó. Todo para justificar que determinada enferma que debía viajar de Canarias a Málaga para operarse no lo había hecho por culpa de los controladores, cuando la realidad es que fue rehén del Gobierno y AENA para poderlo usar contra el colectivo huelguista… Repugnante.
En estos momentos, con la huelga del fútbol, se está atentando el gran pilar del Gobierno del PP: el circo. Porque en la dualidad “Pan y Circo”, deficitaria en el primero, el circo actual son el fútbol y Belén Esteban. Así que el hecho de que el fútbol se les desmadre en plana campaña electoral, podría ser letal para el partido del gobierno. De ahí a que una campaña de denigración de los futbolistas se dispare en las redes, solo va un paso… una orden. Lamentable.
Llegados a este punto toca desmentir, pues si bien es cierto que hay jugadores que pueden ganar más de 100 millones de euros al año, hay muchos más con salarios próximos al mínimo interprofesional… y algunos que no constan como profesionales y pueden ganar (o más bien perder) lo mismo que esos técnicos de Movistar a quienes todos apoyamos porque se lo merecen.
Es verdad que esos no profesionales en Liga BBVA y Adelante son pocos y muy jóvenes (casi todos menores de edad), pero, en contra de los que se ha dado en suponer, los que cobran salarios de menos de 1000 € (sin pagas y con fichas que no se pueden ni tener en cuenta). En Liga BBVA son poco más de una decena, pero en Adelante es el tipo de contrato más habitual, en torno a un 25%.
Si pensamos que la vida de un futbolista, además de muy sacrificada, es muy breve y que tras ella, la mayoría de la veces solo que da lo que hayan podido cada uno ahorrar… Estamos siendo muy injustos.
Nos gusta mucho ver jugar a Messi y a Cristiano, pero en las dos ligas en huelga hay cerca de 50 equipos con una media de 24 jugadores por plantilla… ¿Verdad que no los conoces a todos?
Y es que los salarios de mierda en el fútbol siempre han existido, existen y existirán. Posiblemente en la actualidad ya no veamos a jugadores del Barça o Madrid desplazándose en transportes públicos, como recuerdo a Moratalla del F.C. Barcelona en los años 80. Pero no todos los clubs son tan poderosos y generosos con sus jugadores… sus presupuestos tampoco se lo permiten. Que los Ramos o Xavi vayan a la huelga, perdiendo parte de sus millonarios salarios, es una importante muestra de solidaridad, porque, aunque su posible beneficio pueda ser muy grande, están perdiendo mucho pensando en otros cuya situación es más lamentable.
Se puede decir que en un país donde hay gente que está incluso pasando hambre, esta huelga de privilegiados es una vergüenza. Pero esto es, otra vez, caer en la envidia igualitaria, porque también son trabajadores  y lo que debemos hacer es que se sientan como tales para que entren en un sistema solidario entre todos los trabajadores. Sus reivindicaciones, aunque nos parezcan lejanas, también son justas porque parten de un cambio a la baja en sus salarios de forma unilateral. Es decir, la misma línea de robos que han llevado contra la mayoría de trabajadores.
También he escuchado decir que los futbolistas no han sido solidarios con el resto de trabajadores. Y eso puede ser cierto con la mayoría de jugadores punteros, pero también hemos visto la actividad de las plantillas de equipos como el Rayo Vallecano, el Sabadell o la Ponferradina, entre otros, que nos han sorprendido con actos solidarios. Amén de algunos jugadores que individualmente han prestado su apoyo a colectivos de trabajadores, como sucedió con algunos miembros de la plantilla de la Real Sociedad con los trabajadores de Fagor.
Claro que el hecho de que los jugadores intervengan en movimientos ciudadanos nunca ha sido bien visto. Aún recuerdo los varapalos que se le dieron a Oleguer Presas, hasta que se le hizo casi imposible seguir jugando en España.

Para acabar solo pido que no os dejéis llevar por esas obviedades tan trilladas y no le sigáis el juego a los Medios de Comunicación y al Gobierno. Un trabajador que lucha siempre es un trabajador que lucha, por mucho que este gane.