jueves, 26 de mayo de 2016

BREVE ESTUDIO SOBRE LA DERECHA



En el Mundo existen muchas formas de ser de derechas. De entrada podríamos hablar de diferentes valores democráticos, pero tenemos que advertir que ser de derechas, en esencia, implica una imposibilidad para ser totalmente democrático, ya que el punto de vista de derechas es siempre egoísta.
Dicho esto, salvo en los regímenes dictatoriales, todas las derechas intentan adaptarse a unos mínimos valores democráticos que les permitan seguir en el sistema. Estos mínimos valores democráticos pueden ser asumidos con un fundamento lógico, hipócrita o meramente por imperativo legal. Según el grado en que se aproximen a cada una de estas tres razones, ya podríamos hacer una clasificación de los partidos de derechas. Podemos decir que aquellos dominados por el fundamento lógico, serían los LIBERALES, los hipócritas serían los TRADICIONALISTAS o CONSERVADORES y, finalmente, aquellos que son demócratas por imperativo legal, son la EXTREMA DERECHA (fascistas, nazis, franquistas, Frente Nacional, Tea Party…). De todas formas, hay que decir que, en realidad lo normal es que se mezclen esas tres razones, pero destacando una de las opciones.
Otra forma de calificar a las derechas es por el grado de inmersión en su intereses. De todas formas, la derecha siempre guarda dos tendencias: TRADICIÓN y ENRIQUECIMIENTO PERSONAL. No todos los partidos otorgan el mismo valor a cada una de esas tendencias. Mientras los LIBERALES (o neoliberales, que es en lo que se convierten en cuanto obtienen el poder) centran su atención en la evolución de los campos económicos, forzando a los mercados en la dirección de quienes les avalan usando como falsa excusa la liberación de los mercados . Por otro lado, los CONSERVADORES creen, o quieren creer, que hay que evitar que las cosas cambien, en la medida de lo posible, porque si así les ha ido a ellos tan bien “por qué cambiarlo”. Normalmente los conservadores son buenos siervos de las monarquías, de los poderes tradicionales como los religiosos y, por lo general, inventan protocolos patrióticos de obligado cumplimiento y que pretenden atar a su ideario a los ciudadanos  de mentes menos privilegiadas.
De este modo ya podemos empezar a clasificar a las diferentes derechas de nuestro país con cierta aproximación.
PP y C’s son dos partidos de extrema derecha, aunque mientras el PP tiene un corte más tradicionalista, los de Ciudadanos son más neoliberales.
El PSOE también es un partido inequívocamente de derechas que alterna liberalismo y conservadurismo por igual. Los ramalazos de hipocresía, protección de sus riquezas personales y una cierta aproximación al patrioterismo, les ubican en una derecha moderada. Exactamente el mismo punto en que se encuentran PNV y CDC, solo que sus patrias son un poco diferentes.
Finalmente, aunque carecen de ningún valor actualmente, podemos calificar a VOX como extrema derecha TRADICIONALISTA y a UPyD como extrema derecha NEOLIBERAL. Por su parte UPN sería una variante del PP con características regionales propias.

El resto de partidos españoles, o carecen de importancia parlamentaria, son de izquierdas o pueden calificarse como de centro.  

sábado, 7 de mayo de 2016

Hacienda somos tontos. Brindo... Por Tantos... Tontos.

Hoy he ido con mi hijo a comprar algunas herramientas para sus estudios, y alguna cosilla más, en una ferretería del barrio. A la hora de pagar la cajera me ha preguntado si quería recibo y le he contestado que no.
Mi hijo, tras salir de la tienda, me ha recordado que hace algunos años yo siempre pedía el recibo, especialmente si no tenían la predisposición de dármelo. “¿Por qué hoy no, papá?”
Hace unos meses estuve hablando con algunos conocidos de esos que trabajan por su cuenta. Autónomos. Y uno de ellos me comentó que ya no llegaba a final de mes. Curiosamente tenía trabajo de sobras, pero entre las cuotas de autónomo, el desmesurado IVA y los precios reventados, estaba pasando muchos apuros. Mi otro amigo no tuvo tantos tapujos para decir lo que ahora me parece obvio.
“Tú crees que cobramos caros nuestros servicios, pero te aseguro que entre Montoro y las cuotas, los que trabajamos no pillamos casi nada de todo eso que pagas. Tanto es así que, mi gestor y mi abogado, me han aconsejado que cobre en negro siempre que sea posible… o eso o que inicie un largo régimen a base de arroz y agua”.
Sí, señores, a base de cuotas e impuestos, nuestros pequeños empresarios, los autónomos, los verdaderos emprendedores que construyen el tejido económico de nuestro país, no logran ni un triste salario de supervivencia. Así que solo el fraude al Estado garantiza nuestra supervivencia. Por tanto, en su afán recaudatorio, el gobierno del PP nos ha hecho copartícipes de su propio fraude y de su corrupción. Y, con tanto impuesto al consumo y tasas a los de abajo, han logrado recaudar mucho menos que antes.
Pero lo peor no es eso. Lo peor es que aquello que tardó tantos años en cargarse en nuestro cerebro, que es la idea de que defraudar es malo, se ha perdido de nuevo… y ahora aún es peor, porque entendemos que es una necesidad.
Por eso… yo ya no pido recibos a no ser que sospeche de algún posible peligro en la transacción. Ahora doy la oportunidad a todos esos pequeños profesionales de que puedan negar, a la todopoderosa Hacienda, la visión de todas sus transacciones. Sé que su supervivencia es la mía. Porque mientras los grandes millonarios escaquean miles de millones en Panamá o Suiza, nuestros vecinos se matan a trabajar por unas briznas de pan. Lástima que no piensen que parte de su miseria está en votar a corruptos como el PSOE, C’s y, sobre todo, el PP.
Las posibilidades de un verdadero cambio siguen estando en nuestras manos y solo hace falta pensar que, nuestra corrupción de supervivencia, nada tiene que ver con la suya de opulencia.
Cuando mañana Cospedal vuelva a decir que la corrupción es cosa de este país, recuerda que no es lo mismo cuando se trata de comida y no sientas culpabilidad por aquello que ellos te han obligado a hacer.
Esto tiene solución, pero, si la tiene, mañana volverás a pagar todos tus impuestos. Porque, si bien el que roba a un ladrón tiene cien años de perdón, robar sigue siendo robar y debe ser una excepción de necesidad y nunca una costumbre.
Recuerda, ellos no son como nosotros, vota con responsabilidad.