Estos dos años,
para justificar ante la ciudadanía el oscuro rescate a la banca española, nos
han hecho creer que la situación era debida
a la concesión de hipotecas a manta. Sin embargo, si analizamos todas
esas hipotecas, vemos que la media de los impagados hipotecarios ya había
pagado más de la mitad de la deuda. Si eso no fuese suficiente, según la
tasación original que demandaron las entidades financieras, las propiedades
embargadas hasta la fecha, superan en más de un 50% el valor del conjunto de
deudas hipotecarias y, por si fuese poco, los embargados, mayoritariamente, aún
sin posibilidad de ocupar la que fue su propiedad, siguen pagando la deuda de
adquisición a quién se la arrebató.
Entonces, ¿qué coño
de rescate estamos pagando?
El boom
inmobiliario no se limitó a aquellos que se ataron una piedra al cuello con una
hipoteca y que, con a “ventajosa” ley hipotecaria española fue su perdición. El
globo del ladrillo hizo que, un montón promotores oportunistas, pidieran préstamos
a los bancos para acaparar su cuota de riqueza. Estos individuos edificaban a
manta con el convencimiento de que cualquier truño que levantaran del suelo se
vendería en esa vorágine inmobiliaria. Construyeron por encima de sus
posibilidades, sobornaron a concejales e inspectores por encima de las
posibilidades de todos y gastaron por encima de las posibilidades de lo que
realmente ganaban y que era mucho. Cuando el grifo se cerró, estos dejaron una
enorme cantidad de deudas y algunos bloques de pisos sin vender y hasta sin
terminar, peor que no podían cubrir sus deudas ni por asomo. Las deudas
impagadas de estos paladines del tocho, ya era muy superior a las de las familias
hipotecadas.
Sin embargo, los
constructores buitres no fueron los únicos que se acercaron a la teta
crediticia. Ayuntamientos, Fundaciones, Comunidades Autónomas y hasta el propio
Estado central, se metieron en proyectos que pensaban pagar con la ficticia
bola de crecimiento que iba asociada al tocho. Todos se empeñaron haciendo caso
a esa banca que se le hacían los ojos chiribitas y que decía que esto no
acabaría nunca. La propia banca animaba a las administraciones a llevar a cabo
proyectos faraónicos con el cebo de que aumentaban el valor del territorio.
Esas son realmente las deudas Nacionales que han
llevado a nuestras entidades bancarias al desastre… eso y el hecho de que como
no tenían en su propiedad ese dinero que prestaban, acudieron a los bancos
franceses y, sobre todo, alemanes. Estos bancos prestaron su dinero con la
misma avaricia que nuestros bancos y sabían que la quiebra de los bancos de
aquí, tal y como ellos llegaron a invertir, también los haría quebrar a ellos.
Esta, y no otra, es la razón por la que Europa obligo a España, y al calzonazos
de Rajoy, a aceptar el rescate de la banca española… Y esta es la austeridad y
el paro que estamos pagando.
Como el rescate
europeo a la banca española se llevó a cabo en el mandato de Rajoy (aunque
Zapatero realizara algún rescate a nivel local), bajo ningún concepto
puede hablar de herencia recibida. Por
otro lado la burbuja inmobiliaria tampoco sentó sus bases en el zapaterismo
(aunque este no supiese frenar esa amenaza), sino que fueron las irresponsables
leyes de Aznar.
Así que tenemos que
tener claro que los ciudadanos jamás hemos vivido por encima de nuestras
posibilidades, que los bancos nos han mentido y nos han engañado, que el PP es
el responsable de todas nuestras desgracias, que el PSOE es su cómplice y que
la UE lejos de ayudarnos se ha limitado a echarnos sus dos manos al cuello para
terminar de asfixiarnos.
¿Aún piensas que es
decente abstenerse en estas elecciones? Si no votas esto no podrá cambiarlo
nadie. Si te abstienes este verano vivirás una nueva vuelta de tuerca y, a lo
peor, ya no llegamos al otoño.
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