sábado, 22 de agosto de 2015

Piratería vs. formatos de reproducción

Imagen tomada de www.knowyourmobile.com

Música y cine bajo mínimos, para la industria los responsables son los piratas, para los artistas depende. Entre tanto se inventan un canon a los sistemas de reproducción del que solo cobran los afiliados a una determinada asociación privada.
¿Es todo cierto?
La primera pregunta que hay que contestar es: ¿Cómo se escucha la música?
En la actualidad la mayoría respondería que en su móvil, pero, hasta hace muy poco, la gran mayoría nos hubiese hablado de los dispositivos mp3 y mp4. Bien visto, el uso de los smartphones para este fin, no es más que una extensión del uso de mp3, porque los smartphones son ese todo en uno que siempre soñamos. En cualquier caso, la mayoría de los que escuchan la música en esos dispositivos, la pregrabaron con un PC y la trasladaron a una memoria micro SD. Esa música salió de CD’s, de archivos antiguos digitales y, solo en un pequeño número de casos, bajada legalmente de la red. Claro que, también, hay ya un gran número de personas que están apuntadas a plataformas de pago para escuchar música con o sin descargas.
Ningún consumidor de música se lo plantea ya, pero lo cierto es que la industria musical no respondió adecuadamente al formato digital. Si bien parecieron adaptarse aceptablemente al CD, no se percataron de que los consumidores necesitaban un formato más pequeño y adecuado que hiciera factible la portabilidad física. A finales de los 90 debieron desarrollar un formato similar al de las consolas portátiles de videojuegos, pero dieron lugar a que los primeros mp3 se les adelantaran y, aun así, siguieron sin reaccionar. Tampoco prestaron atención a la distribución por la red y llegaron tarde, mal y pretendiendo cobrar por servicios que no eran capaces de dar. Ellos mismos hicieron que la piratería no fuese una opción sino una necesidad.
Pero si todo esto fue una lección que debían asumir, lo cierto es que siguen en sus trece casi 20 años después. En estos momentos el formato base se llama micro SD, pero quién ha visto a una sola discográfica trabajando para intentar vender los trabajos de sus artistas en este formato. No, es más fácil cobra 1 euro (en el mejor de los casos) por la descarga de una canción, sin ningún derecho ni garantía. Mal que les pese a artistas e industria, la piratería ofrece lo mismo y prácticamente con la misma desvergüenza… y eso que apenas hemos mencionado lo del canon, porque si tuviéramos que entrar en este terreno aún tendríamos que tratar a los piratas como héroes del desaguisado musical.
Algo similar podríamos decir del panorama cinematográfico. Sin embargo, en el tema del cine tenemos que aceptar que hasta hace muy poco los DVD han podido responder a las expectativas, sobre todo con la aparición de los BluRay para HD y 3D. Posiblemente en este tema la piratería tiene menos razón de ser. Sin embargo los tiempos cambian y las smartTV suponen un fuerte cambio. Puede que haya llegado el momento de empezar a comercializar las películas en llaves USB no regrabables.

El tema ya no es la piratería. El tema es dar el formato físico más adecuado para el disfrute de los clientes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario