sábado, 14 de junio de 2014

En 2002 José María García ya nos avisó

Imagen tomada de la web de ABC

José María García siempre fue un periodista rodeado por la polémica, por lo general ligada al deporte, pero tanto en este campo como en otros nunca eludió el combate. Sin embargo, su larga trayectoria de especialización, convirtieron en anecdóticas sus declaraciones de 2002 cuando abandonó Telefónica.
¡Qué gran error!
“El Butanito”, como fue apodado en los 80 a raíz de sus denuncias a FEF por el Mundial, nos estaba previniendo contra un monstruo que se estaba comiendo a las grandes empresas españolas, ligado mayoritariamente a José María Aznar y su partido… y que estaba a punto de abrir una brecha en el país que terminaría en la crisis que ahora vivimos. Su protesta estaba en Telefónica, pero el error era genérico y estaba a punto de arruinarnos a todos.
“Bajo la atenta, sino interesada, mirada de Pepe Mari, ese lugar se ha convertido en una casa de enchufados políticos y recomendados, la inmensa mayoría ineficaces y más de uno experto en el arte de los egipcios".
Al poco de salir de ese antro de perdición, García desaparece (después supimos que estuvo tratándose de un cáncer), para volver en los albores del gran desastre (cuando muchos ya intuíamos los vientos del cambio). Reaparece en 2007 denunciando a algunos de los que habían guiado a nuestro país hacia los acantilados que muchos aún no veían. García cargo su verbo contra Aznar, Florentino Pérez (Tito Floren), Federico Jiménez Losantos (El Fede) y Ernesto Sáenz de Buroaga.
Según García la prensa es muy responsable de todo lo que sucede, pero sus personalismos le hacen perder parte de su credibilidad. Tampoco ayudó a ser creíble que finalmente terminara haciendo, aparentemente, migas con Pedro J. Ramírez, que le compró varios artículos.
No hicimos caso, pero el mensaje del Butanito nos advertía de todos esos políticos que estaban obteniendo cargos “honoríficos” y bien pagados, en todas esas grandes empresas, en pago por los servicios prestados. Lo que constituía una muy visible forma de corrupción por robar inmensas cantidades de recursos de España para favorecer a todas esas empresas. Los sectores regulados y privatizados por Aznar, se habían convertido en un veneno para nuestro país, pero ocultos por el movimiento económico del ladrillo, suponían el hundimiento total.
Los sectores dela energía, las finanzas y la banca, las telecomunicaciones, los medios de comunicación y los transportes, han servido para retirar activos en grandes cantidades. Y todos los políticos que después han entrado a formar parte de las empresas de esos sectores, podemos estar seguros que han colaborado con el gran desmantelamiento patrio. Y el ladrillo sirvió durante años de tapadera, por eso la banca dotó al mercado inmobiliario de préstamos que sabía que no cobraría. Había que alimentar la burbuja y mantenerla hinchada el máximo tiempo posible para servir de coartada al verdadero expolio. Y por eso hoy, 7 años después de empezar la crisis, el precio de los inmuebles aún no ha bajado a sus precios reales, a pesar de que solo pueden comprarlos los fondos buitre.
Butanito, en 2002, solo veía la punta del iceberg, pero por lo menos él la veía. No hay excusa para los capitanes que han venido después y han seguido golpeando contra el hielo este Titánic llamado España.

Está claro que no sacaremos a este país de la miseria, hasta que los que muestran su corrupción como una medalla, acaben en prisión. Al menos un 90% de los políticos y familiares que han acabado en la dirección de empresas de los sectores que antes decíamos, deben ser condenados… Y digo el 90% porque siempre puede existir alguno de ellos con aptitudes para el cargo que ocupa… aunque será difícil encontrar alguien que se crea eso.

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