¿Se acuerdan de los Dupis? Una especie de nuevos “Donuts” que
la empresa Bimbo sacó, a finales de los 70 y comienzos de los 80, para competir con ellos y... fracaso. Un fracaso que
casi acaba con la marca de Granollers (Bimbo). Y que para salvarse tuvo que
vender gran parte de sus acciones a la americana Eagle Foods.
Bueno, desde entonces ha llovido mucho y, ya no solo la
empresa de Granollers ya no es la empresa de Granollers (las acciones se han
repartido mucho y han quedado dentro de una macro empresa alimentaria donde
destaca la alimentaria Martínez), tampoco la de Sant Andreu (Donuts) es ya la
de Sant Andreu. De hecho Panrico no supo aprovechar tampoco su oportunidad y
terminó metida en otro holding de la alimentación que, si en un principio
parecía más funcional, al final se ha mostrado, incluso, más desastroso.
Posiblemente la culpa, más que de los productos, es de los directivos que no
han sabido dirigir una empresa con posibilidades.
El caso es que si en la década de los 80 Panrico pudo
quitarle mucho mercado a Bimbo, que era la reina del pan de molde, en la
actualidad Bimbo no solo vuelve a ser la reina de ese nicho de mercado, sino que
se atreve a atacarle en los demás. Incluso se ha atrevido a volver a invadir
ese nicho del que Donuts era el propietario absoluto. Pero esta vez Bimbo no
entra al trapo y su producto, con muchas variaciones, ya no se llama Dupis,
sino Buenazos, y ha sacado, además, la gama Buenitos, para competir con los
Donetes.
¿Pero por qué el asalto a Donuts de ahora puede tener más
posibilidades que el de hace 30 años?
Primero tenemos que ver que el sabor de Donuts estaba marcado
en nuestros paladares desde nuestra más tierna infancia a todas las
generaciones nacidas entre los años 50 y los 80. Un sabor que, como el de
Coca-Cola, viene reforzado por grandes cantidades de azúcar refinado, y se ha
grabado en nuestras memorias gustativas como la droga ideal. Competir con eso
solo con las armas del marketing es un absurdo y un suicidio, y Dupis es el
perfecto ejemplo.
Sin embargo, aunque Donuts es la dueña de ese nombre en
España, a finales de los 80 y comienzos de los 90, desembarcaron en nuestro
país sus auténticos creadores y que conocemos como DUNKIN Donuts, que para su
triunfo en el mercado, consiguieron no competir directamente con los arraigados
Donuts.
DUNKIN montó tiendas, tipo cafetería, en centros comerciales
o lugares de paso, donde vender su producto recién hecho y relleno con
infinidad de salsas dulces y cremas. Esa técnica, si bien no competía
directamente con Donuts, sí que, a la larga, le quitaba el puesto de único
referente, dando a las siguientes generaciones la posibilidad de una elección
adicional.
Con ese ejemplo, hoy, Bimbo regresa a ese mercado
disimuladamente, pero con la idea de ir conquistándolo poco a poco. Porque
posiblemente hoy nadie cambiaría el sabor de un Donut por el de un Buenazo,
pero con el tiempo… Y el actual momento es ideal ya que las ventas de Panrico
se han desmoronado producto de un boicot con el que no está sabiendo competir y
tampoco ha tenido la cabeza de comerse su orgullo y ceder ante la sociedad y
ante sus trabajadores, para recuperar el mercado perdido.
Por si las técnica de Bimbo no fuese suficiente, ha cambiado
la forma de uno de sus pasteles emblema “La Pantera Rosa” y ahora también tiene
la forma toroidal de los Donuts.
La guerra Bimbo-Panrico lleva abierta más de 40 años. En los
80 Panrico casi la gana, pero ahora, debido a la torpeza de sus directivos,
está a punto de perderla y, aunque no la pierda del todo, la falta de cintura
de unos individuos incapaces de dirigir una gran marca, les apartará del
liderazgo durante mucho, mucho tiempo.
Al final, es posible que los Dupis fuesen mejores que los
Donuts.